El devenir histórico del Municipio se encuentra documentado a lo largo de todo su territorio. Así el Monte Xunqueira cuenta con restos del Paleolítico Superior, mientras que la Edad del Bronce tiene una excelente muestra en la necrópolis tumular de "O Couzogordo", una especie de gran cementerio megalítico ubicado en las sierras surorientales. Sin embargo,  los Castros, poblados ubicados en colinas facilmente defendibles y con buena visibilidad, son uno de los elementos característicos del territorio municipal, en poco más de 30 m2 se encuentran documentados tres, formando parte de un complejo, perfectamente especializado; el de Croas de Castro, dedicado a labores agrícolas, el de Croas de Eilale, dedicado a extracción de mineral de hierro y el de Salcido, orientado a la transformación del mineral férrico. Un mundo perfectamente jerarquizado que deja notar en su urbanismo la mano racionalizadora de la Roma Imperial. Algunas construcciones presentan murallas que superan los tres metros de altura y cuatro de grosor.

     En la Edad Media el territorio de San Tirso formaba parte del lote donado por Alfonso VII al Obispo de Oviedo, sin embargo, no tardaría en aparecer en esas fechas el Monasterio Cisterciensede Meira (LUGO), cercanoa San Tirso. La Vega de San Tirso debía ser muy apetecida por sus potencialidades agrícolas y en 1.238 el Monasterio da carácter jurídico  a los pobladores del Municipio, otrorgándoles una Carta Puebla, documento que hoy se considera fundacional de san Tirso de Abres. tan apetecido su territorio, que es el único que,  dentro de la Comarca Oscos-Eo, llegó a tener  tres jurisdicciones: la del Monasterio, la de los propios vecinos que nombraban alcaldes y jueces y la de los Condes de Altamira.

     Sería el pasado Siglo el escenario del esplendor de San Tirso de Abres, llegando a ser uno de los Concejos más industriales de la Comarca: Un telar que daba trabajo directa e indirectamente a más de cien empleados es la prueba fehaciente de ello, y si el comercio comenzó a declinar a fines del XIX, la llegada de capitales vascos, se encargará de frenar el declive. El descubrimiento de mineral de hierro en la cuenca del Eo, impulsará a Julio LAZURTEGUI (industrial bilbaíno) a la creación de una sociedad (Sociedad Minera de Villaodrid) y la construcción de un ferrocarril que llevaría el mineral hasta el puerto de Ribadeo (LUGO) y desde allí a los principales puertos belgas, alemanes y británicos. San Tirso,era punto de paso del ferrocarril y aún hoy se conserva la Estación del tren con la casa restaurada del Jefe de la misma. Al calor del ferrocarril nacerán grandes proyectos, como la fábrica de óptica del indiano Pedro GARCIA LOPEZ ( que llegó a ser alcalde de San Tirso), truncada en la Guerra Civil, y las minicentrales eléctricas, que aún hoy aprovechan la fuerza del Eo.

     Existen en el municipio 21 capillas, todas ellas de los siglos XV, XVI y XVII. Casonas y palacios como el del Pacio (S. XV) solar de Sancho de San Tirso a cuyo apellido se debe el nombre del Concejo, o la casa de Oliveros de fines del siglo XVI. Diseminados por los núcleos rurales del municipio se hallan palacios como el de Bermudez en Trasdacorda, donde los poderosos dinteles de pizarra y unos ciclópeos contrafuertes, testimonian que ni siquiera la orografía podía oponerse al afán dominador de la nobleza de la época 

(Fuente: Guia de la Comarca Oscos EO Texto Armando López Roca)

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